El principal objetivo de este grupo operativo, es valorar los beneficios agronómicos y medioambientales del reciclado de masas desecadas de balsas de almazara, en suelos de olivar, en una clara apuesta por la sostenibilidad y responde a la presión de las administraciones por la eliminación o reducción de los residuos generados en la agroindustria.
En la actualidad, las almazaras se encuentran con la necesidad de mantener y ampliar grandes balsas de evaporación, con los consiguientes problemas de autorizaciones, sujetas a un importante rigor administrativo. La procedencia del residuo de masas desecadas determina la presencia de compuestos orgánicos y elementos fertilizantes, que pueden reutilizarse en mejorar los suelos de las plantaciones de olivar. Este proceso, además, ayudaría al sector oleícola a poseer una economía de mayor circularidad. Por todo ello, nació este grupo operativo, liderado por Sufeco, SCA y en el que participan también Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, Suministros y Servicios del Grupo Federado S. Coop. And., y el Ifapa.
Ya el verano pasado (2022) se realizó una intensa prospección de los lodos almacenados en diferentes almazaras localizadas en las campiñas de Córdoba y Jaén.
Se recogieron muestras de once almazaras para su análisis y caracterización en laboratorio. Finalmente, se seleccionaron, por su composición, los lodos procedentes de la almazara Portichuelo de Baena (Córdoba).
Estos lodos se aplicaron en seis olivares de las campiñas cordobesas de Castro del Río y Baena. En cada olivar se han implantado parcelas de estudio, con dosis de 120 kilos de nitrógeno por hectárea, 180 kilos de nitrógeno por hectárea y testigo. Los resultados se esperan obtener en verano de 2024, al finalizar el proyecto.
El proyecto de economía circular, en el que está inmerso el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía (IFAPA) como parte del grupo operativo formado por Sufeco S. Coop. And., Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía a través de la federación de Córdoba, y Suministros y Servicios del Grupo Federado S. Coop. And. (SSER), empieza a dar los primeros resultados. El trabajo ha consistido en el aprovechamiento de las masas desecadas procedentes de los residuos de almazaras como fertilizante para la tierra. Tras un año de análisis y a pesar de las dificultades derivadas de la sequía, los técnicos han podido comprobar que «tanto a nivel agronómico, como ambiental no se han producido efectos perniciosos del aprovechamiento de estos lodos». Así lo recogen las conclusiones del IFAPA, que ha valorado las distintas muestras.
Además y en relación al olivo, no se han detectado afecciones reseñables ni en la hoja ni en la producción y tampoco en los ambientos ambientales ha habido efectos perniciosos que puedan afectar a la biodiversidad del olivar. Entre los aspectos beneficiosos que se han identificado está el incremento de los niveles de carbono en cuatro de cada seis o árboles. Estas son, de momento, las primeras conclusiones, pero será necesario seguir ahondado en la iniciativa, pues como señala este órgano de investigación de la Junta, «las condiciones climáticas y la escasez de lluvias y altas temperaturas registradas durante la campaña ha condicionado la mineralización de las masas desecadas y, con ello, ha mermado los beneficios que se derivan de la aplicación de los residuos orgánicos».
OLIVAR
Este proyecto, financiado a través de los Fondos Europeos Agrícolas de Desarrollo Rural (FEADER) y cofinanciado por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía en la convocatoria para el funcionamiento de Grupos Operativos Regionales, se ha centrado en el olivar. La investigación está sirviendo de experiencia al conjunto de olivicultores andaluces y refuerza los lazos entre el sector agroalimentario y el investigador. De este modo, se fomenta la innovación y el desarrollo de la base de conocimientos en las zonas rurales, así como una mejor gestión de la explotación de olivares con mejores resultados ambientales mediante la reducción de productos químicos y el fomento de la economía circular en este tipo de cultivo.
Este paso adelante que se está dando de la mano del IFAPA puede resultar determinante para las explotaciones, que serán mucho más sostenibles. Con ello se da también respuesta a la demanda de las administraciones, que exigen medidas para la eliminación o reducción de los residuos generados en la agroindustria. La línea emprendida tiene todavía muchos retos por delante y será necesario seguir ahondando. La hoja de ruta a seguir a partir de ahora será la evaluación de reciclado de las masas evaporadas, un análisis de su utilidad agrícola a través de ensayos de campo en olivar, mediante el control de parámetros de suelo, parámetros del árbol y parámetros productivos. Si los resultados son óptimos, se realizará un estudio de impacto ambiental que supone el esparcimiento de las masas desecadas al suelo, así como un protocolo para su correcto esparcimiento y unas recomendaciones para el uso. Finalmente, se trasladará a la Administración la información suficiente para regular su uso como enmienda agrícola de suelos y los inconvenientes que pondrían limitar su aplicación.
CONTENIDO
Dadas las condiciones de sostenibilidad que se requieren actualmente a la actividad agraria y la presión de las administraciones por la eliminación o reducción de los residuos generados en la agroindustria, cuyo tratamiento es costoso y arriesgado para el medio ambiente, se propone este proyecto para convertir el residuo que suponen las masas desecadas en un recurso.
OBJETIVOS
Conocer con mayor precisión los beneficios y limitaciones agrícolas, ambientales y de gestión a medio plazo de su reutilización como enmienda orgánica, a través de estudios experimentales que permitan validar con parámetros medibles la viabilidad de su uso en la agricultura.
CONCLUSIONES
